El Gobierno de Pradales desactivó ayer uno de los conflictos laborales más enquistados y con más proyección pública. El Departamento de Seguridad y la mayoría sindical suscribieron las bases para renovar un convenio caducado desde 2013. El preacuerdo prevé una subida salarial del 10% y también de los complementos, entre otras mejoras económicas.

El día en que se cumplían siete meses desde que juró su cargo como lehendakari, Imanol Pradales logró desactivar ayer una de las mayores bombas de relojería que atenazaban al Gobierno vasco desde hace más de una década. El Departamento de Seguridad y la mayoría sindical de la Ertzaintza suscribieron las bases para renovar el acuerdo regulador de la Policía autonómica, caducado desde 2013. El pacto, que ahora debe ser ratificado por los afiliados de las centrales ErNE, Esan y Sipe, incluye un incremento salarial del 10% de media para los agentes, lo que se traduce en 4.200 euros más al año como mínimo.

Salvo rechazo en esas consultas internas, la firma de este principio de acuerdo supone el inicio del fin de un conflicto que parecía condenado a la eternidad. La última vez que se renovó el convenio fue en 2011, con el socialista Patxi López de lehendakari y Rodolfo Ares de consejero de Interior. Desde entonces ninguno de los responsables nombrados por Iñigo Urkullu –ni Estefanía Beltrán de Heredia ni Josu Erkoreka– fueron capaces de entenderse con los sindicatos, que también vivieron su propia crisis interna por la irrupción de la combativa plataforma Ertzainas en Lucha y su inesperada capacidad de movilización en las calles.

Desde que llegó a Ajuria Enea en junio, Pradales situó el desbloqueo de la situación en el cuerpo policial, emblema del autogobierno, como una de sus mayores prioridades. Encomendó la tarea a Bingen Zupiria, uno de los pocos supervivientes de la ‘era Urkullu’, que ahora, siete meses después de cambiar la cartera de Cultura por la de Seguridad, se deshace de la losa que tanto pesó a sus dos predecesores. Y es que el pacto contribuye desde ya a reducir ese clima de tensión que se visualizó como nunca en las semanas previas al operativo del Tour de Francia de 2023. De quedar ratificado, garantizará la paz hasta 2028, periodo durante el que estará en vigor el acuerdo y también límite de la legislatura.

La fumata blanca llegó ayer en el foro de negociación (la llamada Mesa 125) que se reunió en la comisaría central de Erandio. Los delegados de ErNE, Esan y Sipe, que suman el 83% de la representación sindical –el 17% restante lo tiene Euspel, que se ha quedado fuera–, dieron su plácet a un pacto que supondrá inyectar 45 millones de euros. Servirá, según el Gobierno vasco, para «mejorar y modernizar el servicio.

El consejero Zupiria celebra un acuerdo «importante» que llega tras «mucho diálogo» y «voluntad» a ambos lados

que la Ertzaintza presta a la ciudadanía» y «fortalecer su carácter de Policía integral». El compromiso del Ejecutivo de PNV y PSE-EE es alcanzar en 2027 la cifra de 8.000 agentes, casi 600 más que en la actualidad.

La renovación del convenio incorpora mejoras técnicas, pero sobre todo económicas. Los agentes verán incrementada su remuneración base en un 10% de media –4.200 euros al año como mínimo–, pero también los complementos que elevan sus nóminas. Los festivos y las noches se equipararán con el resto de funcionarios del Gobierno vasco, se crearán nuevas productividades para todos los niveles de investigación, se actualizarán las horas gratificadas en llamamientos en días libres y aumentará la retribución de los días moscosos, entre otras medidas. La gran mayoría de estas mejoras se aplicarán de forma retroactiva desde el 1 de enero de este año.

Rechazo de Euspel

Zupiria se congratulaba ayer de haber alcanzado un acuerdo «importante» tras «mucho diálogo» y «voluntad» por las dos partes. «Hemos llegado a un punto intermedio entre la petición de los sindicatos de alcanzar un convenio colectivo para mejorar sus condiciones de trabajo y las necesidades de la seguridad que plantea el Departamento para continuar con la modernización de la Ertzaintza», destacó el consejero de Seguridad, quien indicó que «ahora hay que traducir esas bases y escribir la letra pequeña» del acuerdo definitivo.

ErNE, Esan y Sipe celebraron el fin de un bloqueo que «no se puede extender más» y emplazaron a sus afiliados a participar en la consulta de ratificación. Por el contrario, el sindicato restante, Euspel, rechazó el acuerdo y mantuvo su manifestación de protesta para el lunes a la tarde en Bilbao. «Un conflicto mal resuelto es como una herida mal curada. No nos queda otra que continuar en la lucha», lamentaron.