Estas centrales, sin embargo, tildan el cambio como «parche a corto plazo» y acusan al equipo de gobierno municipal de «privatizar servicios públicos». Consideran que el cambio de destino afectará a «agentes de más de 55 años», a los que se había buscado esta actividad alejada de las calles por su edad o por «problemas de salud». En el argot se denomina, segunda actividad.
«No hay dinero para vestuario»
La junta de gobierno de Vitoria, conformada por PSE y PNV, aprobó ayer una partida de casi 253.000 euros anuales para la contratación de estos vigilantes «sin arma». La empresa concesionaria deberá prestar un servicio similar al que da en la actualidad la Policía Local. Es decir, deberá haber vigilancia las 24 horas, los 365 días del año.
El cambio, no obstante, no se entiende en buena parte de la plantilla de la Guardia urbana. «No hay dinero para la compra de vestuario, pero pueden regalar a una empresa privada 253.000 euros anuales», expresó Sipla. «Es paradójico que a un ayuntamiento gobernado por el PSE haya que recordarle que los servicios públicos se defienden», dijo CCOO. ErNE, por su parte, habló de «campaña del concejal de Seguridad (César Fernández de Landa, del PNV) contra la Policía Local».