El sindicato ErNE ha vuelto a ganar las elecciones de la Ertzaintza, en las que fueron llamados a votar 7.519 agentes. La central mayoritaria, que lleva casi 20 años imponiéndose en los comicios, consiguió 22 delegados (2 menos que en 2017). Esan revalidó la segunda posición con 20 representantes (2 más). Euspel (10) cimentó su crecimiento con sus victorias en la academia de Arkaute y en la base de Iurreta, donde se ubican los miembros de Brigada Móvil. El Sipe (7) vuelve a la mesa de representación sindical tras su alianza con Jusapol, una asociación compuesta por miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. ELA, por su parte, sigue cediendo terreno y se quedó en 4 representantes y fuera de la principal mesa de negociación.
El 66,5% de la plantilla de la Ertzaintza ya había depositado su papeleta durante las últimas semanas. Son una especie de voto por correo a los que recurren muchos agentes que trabajan a turnos y no pueden estar en las comisarías el día de las elecciones.
La victoria de ErNE supone un espaldarazo a su estrategia de confrontación con el Departamento de Seguridad. Sobre todo, después de que se desmarcase del acuerdo de carrera profesional que la consejería firmó sólo con Esan al entender que es discriminatorio respecto a otros colectivos de funcionarios.