El sindicato ErNE, mayoritario en la Ertzaintza, ha advertido de manera oficial de que la seguridad de la cárcel alavesa de Zaballa peligra al permitirse el acceso de algunos presos a zonas sensibles del centro penitenciario, como las estancias desde donde se hallan las cámaras de seguridad o el armero. Según la denuncia interna de esta central, la entrada de los reos a estas estancias responde a que desarrollan labores de limpieza cuando el personal profesional no está operativo.
Y suele ser muy a menudo porque «sólo hay una persona» en nómina para realizar este trabajo. De hecho, «pueden pasar diez días sin que el personal cualificado acuda». De esta manera, al problema de «insalubridad» se añade el de la seguridad, siempre desde el prisma de este sindicato de la Policía autónoma.
La única medida correctora ha sido la presencia de internos para hacer limpieza en las instalaciones de control o las garitas de control de acceso con el grave riesgo de seguridad que supone que tengan acceso a zonas tan sensibles del centro penitenciario, refleja ErNE en una comunicación interna a la dirección de Recursos Humanos de la Ertzaintza.
La respuesta oficial del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco es que no habrá cambios. «La existencia de estos sistemas (de seguridad) y su utilización está publicitada por razones legales y de operatividad (efecto preventivo y disuasorio). No se aprecian razones de seguridad objetivas que impidan el acceso de internos a estas dependencias, entendiendo estas situaciones como puntuales y sometidas al control de los profesionales policiales o penitenciarios», subrayan desde Lakua.