El pasado domingo unas seis personas atacaron a dos patrulleros de la Ertzaintza en Vitoria. El suceso ocurrió frente el centro cívico Aldabe, en el Casco Viejo, una zona que los medios —y algunos lugareños— califican de conflictiva, por el aumento de incidentes violentos en los últimos meses.
Según la información policial, el incidente ocurrió mientras estos agentes intentaban asistir a un joven que estaba tendido en el suelo, joven que podría padecer problemas de salud mental. La asistencia se tornó violenta cuando el joven opuso resistencia y unos seis individuos cercanos se unieron al ataque contra los agentes. Además del ataque físico, los agresores también sustrajeron dos teléfonos móviles y linternas del vehículo policial.
El resultado, cuatro personas investigadas, dos detenidas y dos de ellas que se presentaron por voluntad propia en la comisaría para entregarse.
No es nada nuevo que de la zona de Aldabe y alrededores solo se oiga hablar de temas relacionados con robos o violencia, sobre todo peleas, en un caso reciente multitudinarias. Por eso entrevistamos a Sergio Gómez de Segura, Secretario general de ErNE, el sindicato mayoritario de la Ertzaintza, para conocer más sobre lo ocurrido y la postura de los agentes..
Pero, sobre todo, están preocupados, asegura Gómez de Segura.
La agresión se habría producido durante una actuación asistencial, es decir, los agentes acudían a asistir a una persona que yacía en el suelo—.
“PARARON PARA INTENTAR AYUDARLE Y DE REPENTE SE VIERON EN UNA VORÁGINE DE 6 PERSONAS QUE LES IBAN A AGREDIR.”
Los agentes echaron mano “de lo que podían”y solicitaron refuerzos.
“ES QUE NADIE SE ESPERA ESTA SITUACIÓN: IBAN A ECHARLE UNA MANO Y DE REPENTE ESTA PERSONA LES AGREDE Y OTRAS PERSONAS SE SUMAN A LA AGRESIÓN.”
Es una escalada importante porque hasta ahora sí bien sí que ha habido altercados, nada comparado con acorralar y apalear a dos agentes de la Ertzaintza.
¿POR QUÉ NO MEJORA LA SITUACIÓN?
Sergio Gómez de Segura: Desde la parte de ErNE entendemos que los políticos, jueces y fiscales están mirando para otro lado. Estamos allí, día sí y día también. Y una cosa que igual tienen que hablar los políticos y los mandos de la Ertzaintza y Policía Local es dotarnos de herramientas.
Y en este caso siempre hemos pedido el Taser para todas las patrullas. Porque al final —el Taser— es una herramienta intermedia.
Las herramientas que ahora tenemos, son el bastón policial —la porra— y la siguiente es el arma de fuego, o pistola. Creemos que necesitamos algo intermedio para estas personas que igual están bajo los efectos de alguna sustancia o que realmente tienen algún problema sicológico o siquiátrico para que —con el Taser— no se hagan daño, ni hagan daño a terceros, ni nos hagan daño a nosotros.
UN PROBLEMA DE TODOS, NO SOLO POLICIAL
Sí que se ve que hay ciertas personas con problemas o bien siquiátricos o de integración, y es mucha la gente que se pregunta, ¿dónde están los servicios sociales? ¿Echas en falta de los políticos un mayor impulso a esas políticas o servicios?
Sergio Gómez de Segura: Sí. Considero que aquí lo que hace falta es una solución transversal y es cierto que es complicado dar en las teclas de cuáles son las soluciones perfectas.
Desde nuestro ámbito intentamos ayudar, pero, al final, nuestras actuaciones, cuando acudimos a intentar resolver cualquier problema, estamos dando una solución paliativa.
Es necesaria esa vigilancia continua, ese patrullaje del día a día, esa cercanía con la ciudadanía. Y lo hacemos, y pienso que la gente que vive en los alrededores ve que hay una presencia policial, o que por lo menos intentamos estar lo más a menudo posible… Pero está claro que tiene que haber otro tipo de soluciones. Y que los problemas pasan a manos de la policía, cuando —en realidad— el problema ya ha hecho un vencido, no se ha resuelto.
Creemos que sí, que realmente. Tiene que ser la solución algo más transversal. Y contar con nosotros también.
También a veces dirigís a personas a la red asistencial
Sí, Por supuesto, somos una Policía Integral e intentamos dar esta labor también asistencial, porque realmente estamos formados para ello, pero realmente yo reitero que, tanto los políticos como los agentes sociales, tienen que darle una vuelta para dar con una solución.
Y déjame añadir que realmente esta sensación de falta de seguridad que muchas veces se está trasmitiendo no es real. Pero no es real porque se está “permitiendo” el tema de las drogas, un tema, en mi opinión, que es vital en esa zona de Vitoria y en otras capitales. No perseguir el menudeo al final genera una sensación de malestar en la zona y conlleva a más delitos.
Y esto no se está tratando de la manera que a nosotros nos gustaría. A nosotros nos gustaría que, tanto jueces, fiscales, como políticos o el propio Departamento de Seguridad, nos dejaran trabajar más en esos ámbitos.
La única unidad de drogas potente que hay está en Bilbao, el resto, al final, son muy pequeñas, o sea, se dedica muy poquita gente
AHORA MISMO, DE LOS 8.000 AGENTES QUE TENDRÍAMOS QUE ESTAR, SOMOS 500 MENOS
Hace algunos años veíamos más agentes “paseando” por la ciudad, lo que policialmente se conoce como “korrikas”, ¿por qué ahora se ven menos? ¿Es una cuestión práctica? ¿Falta de agentes? ¿Necesidad de más movilidad?
Yo creo que lo has explicado bastante bien. Sí que se siguen haciendo “korrikas”. Pero ahora es más complicado porque de las 8000 personas que teníamos que estar estamos 500 menos. Con lo cual eso todas las unidades policiales lo notan muchísimo.
Porque en un coche más o menos puedes tener esa capacidad de reacción de que si se produce un delito a 3-4 kilómetros necesitas moverte rápido para dar esa asistencia en la mayor prontitud posible.
Cuando vas en korrika —y más dependiendo en qué zonas— te hace falta un mayor volumen de agentes. Realmente si no tienes ese soporte o necesitas otro tipo de herramientas que tienes ahí, en el coche, necesitas esa prontitud para poder acudir.
Yo recuerdo que antes se hacían korrikas de cuatro, 6 personas, incluso hasta 8, bueno, eran otras épocas también, pero como digo, necesitas un apoyo más cercano de los compañeros porque esa prontitud, esa seguridad que te pueda dar el vehículo, en este caso [a pie] el agente no la tiene.
Nosotros abogamos por esa cercanía y creo que eso hace que la gente también se sienta más segura. Pero es prácticamente imposible. Hay patrullas no uniformadas, pero normalmente no las ves y la sensación que se transmite no es esa, no es tanta la de seguridad.
Al final es recurrente este tema en las distintas instituciones vascas en la necesidad de más personal, más herramientas, más inversión.
Nosotros queremos hacer una defensa de lo público. El Gobierno vasco se ha olvidado. Se ha olvidado y esa es la realidad. Tanto en Osakidetza como en Educación, como Justicia y por supuesto, en Seguridad Pública, que son las policías locales y la Ertzaintza.
Se ha visto que no están invirtiendo. No están invirtiendo nosotros, con lo cual el ciudadano lo sufre.
Esto es una realidad. Lo mire quién lo mire. Es una realidad y, por ejemplo, pasó hace poco con las reivindicaciones y la polémica de la firma del convenio regulador. No pedimos nada que no sea real y ajustado a derecho, lo que queremos es formación. Porque la actividad policial, la formación necesaria va cambiando y hay ciertas unidades que necesitan entrenar y formarse. Y fíjate el Lendakari Urkullu a eso dijo que ya nos habían dado el año pasado 15.000 horas de formación. Que dicho así dices, bueno, pues 15.000 horas, pero si tengo 7500 agentes, entonces me sale a casi 2 horas anuales de formación. Algo totalmente insuficiente.
La realidad es que nosotros éramos una policía puntera y en su momento se hizo una fuerte inversión y conseguimos una policía muy bien preparada, pero estamos viviendo momentos como pasa en Osakidetza, como pasa en otros departamentos, como en educación, que no hay personal suficiente y eso se suple con un sobre-esfuerzo de la gente. De la gente que trabaja en su tiempo libre. Y además en nuestro ámbito pasa un añadido, que así como Osakidetza o Educación o Justicia tienen bolsas de trabajo y, si lo necesitan, puede tirar de esas bolsas. A nosotros no hay nadie que nos sustituya. Si alguien cae de baja o tiene algún problema, no tenemos listas de personas que les pueda suplir. Y como cualquier otra persona nosotros, necesitamos también ese periodo de descanso porque, como bien hemos visto, en nuestro trabajo pasas de cero pulsaciones a 200 en un momento.