«Por la mañana se llevan tres vehículos (a Gernika) y es posible que no haya coches para el turno de tarde». Esta comunicación interna en la comisaría de Ibarrekolanda desvelaba la extrema dificultad por la que atraviesa la Ertzaintza en Bizkaia estos días al acumularse las averías en su parque móvil. El departamento se ha visto obligado a desviar vehículos de unos destacamentos a otros, lo que ha afectado a los turnos de patrulla en Bilbao.
BILBAO. «Por la mañana se llevan tres vehículos patrulla y es posible que no haya coches para el turno de la tarde». Es el mensaje de Whatsapp con el que ertzainas de servicio en Bilbao se desayunaron ayer. Mandos avisaban a los agentes para que llevaran ropa y calzado adecuado porque, ante la falta de coches, lo más probable es que tuvieran que recorrer la ciudad «de paisano» en automóviles camuflados. Así quedaba de manifiesto en otro de los textos enviados al mismo grupo: «Los agentes que estáis de solape (los que entran horas antes de que se marchen los del turno de mañana) o que no estéis de patrulla con los kaikus (agentes que se han incorporado tras sus prácticas en Arkaute), puede ser que tengáis que hacer servicio de paisano».
Estas comunicaciones revelan los problemas que algunas comisarías están teniendo para poder patrullar su ciudad. Los sindicatos de la Policía autonómica llevan años denunciando la falta de material y de vehículos adecuados para las labores de seguridad. Según fuentes de la Ertzaintza consultadas por este periódico, las dependencias de Bilbao, las más importantes de Euskadi en cuanto a personal y servicios, han estado en los últimos días a un palmo de quedarse sin coches patrulla por la tarde. Una situación que, recalcan, hace que algunas intervenciones «se retrasen» más de lo debido.
Aseguran que el problema detectado en la capital es fruto de un efecto dominó por las averías de vehículos policiales en otras localidades. En la comisaría ubicada en Ibarrekolanda, la Territorial de Bizkaia tomó ayer por la mañana la decisión de trasladar tres coches patrulla a Gernika. Allí se habían quedado sin automóviles, al tener toda su flota en el taller, tal y como denunciaron de forma conjunta los sindicatos ErNE, Esan y Sipe. La comarca costera está inmersa en numerosas celebraciones patronales. El próximo lunes empiezan los ‘sanrokes’ de la villa foral.
El envío de esas tres unidades se tomó a pesar de que para el turno vespertino en Bilbao se quedaban bajo mínimos. «Por la mañana se llevan tres vehículos patrulla y es posible que no haya coches para el turno de tarde», decía uno de los mensajes. Este periódico se puso ayer en contacto con portavoces oficiales del Departamento de Seguridad, que declinaron ofrecer una respuesta. Fuentes conocedoras de la situación confirmaron que el desaguisado en la comisaría de Ibarrekolanda se solventó por la tarde con el desvío de automóviles de forma provisional desde la comisaría de Sestao. El trasiego de vehículos oficiales parece haberse convertido en una práctica habitual en las últimas semanas, según denuncian los sindicatos. El problema se extendería, según estas fuentes, prácticamente a toda la comunidad autónoma. Los sindicatos aseguran que, en el caso de Bizkaia, en Sestao y en Muskiz también andan justos de unidades.
Talleres subcontratados
¿Y por qué faltan coches para patrullar las calles? Por las continuas averías de unos transportes demasiado antiguos y por el desgaste al que son sometidos, según insisten las centrales, que mantienen una guerra abierta con el Departamento para conseguir mejoras salariales para los agentes y por la falta de material adecuado para trabajar. Precisamente, la escasez de recursos hace que la rotación de automóviles sea escasa, subrayan los sindicatos. «Un turno los deja de utilizar a las tres de la tarde y veinte minutos después ya están arrancando. No descasan en todo el día y eso repercute en su mantenimiento», explican desde estas centrales. En torno a un 30% de la flota está de forma constante en el taller: cambios de aceite, de baterías, fallos en los frenos... Además de averías más graves que dejan los coches inmovilizados durante semanas.
Incluso, los más nuevos, los Seat León que se adquirieron hace cinco años, tampoco se libran de los problemas. Además de resultar pequeños para los agentes más altos, el contrato de ‘leasing’ de esta remesa vigente para cuatro años se ha prolongado uno más y eso ha hecho que el deterioro respecto al verano pasado sea mayor. Ya se tenían que haber devuelto y los nuevos tenían que estar funcionando. A esto hay que unirle que la Ertzaintza tiene subcontratada la reparación de su parque móvil. Ya no se realiza en los talleres que antes existían en las propias comisarías. Hace años que han desaparecido y, según advierten los tres sindicatos, la reparación antes se agilizaba de forma notable. A ello se le une que es agosto y muchos mecánicos se encuentran de vacaciones.
La falta de coches ha vuelto a indignar a la plantilla. Ya en la presentación del Tour de Francia, los ertzainas advirtieron de serios problemas en cuanto a escasez de flota. Para aquellas tres jornadas ciclistas, en las que hubo numerosos actos que requerían una vigilancia especial, el Gobierno vasco tuvo que recurrir a vehículos normales en los que se pegó un adhesivo con el símbolo y las siglas de la Ertzaintza para que agentes uniformados pudiesen patrullar.
Esa escasez de medios es una más de las denuncias habituales de los agentes acerca de las carencias de material en el cuerpo. En los últimos meses han denunciado que tienen cascos sin homologar, chalecos viejos y la antigüedad de los dos helicópteros de rescate, lo que ha obligado a reducir el peso en cabina y que solo pueda volar un único rescatador por falta de potencia.