El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ya ha informado de que la Ertzaintza iba a “intensificar” la alerta antiyihadista en Euskadi y el director del cuerpo, Josu Bujanda, ha concretado que ello se traduce en más control en infraestructuras, en sedes diplomáticas o en centros de culto. En este contexto, los sindicatos Erne, Esan y Sipe, que representan a la mayoría de la plantilla, han presentado un escrito en el que ven “dispersa” la planificación y reclaman medidas más concretas, particularmente para reforzar el uso de armamento.
En concreto, plantean la “posibilidad de volver a poder portar el arma profesional fuera del trabajo”. Desean revisar la normativa que impidió llevar la pistola al domicilio. Ello “aumentaría la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia”, alegan. Reclaman igualmente que los subfusiles HK MP5 lleguen a las comisarías previa “formación” para su manejo. “Son herramientas eficaces para abordar situaciones de alto riesgo” y las patrullas son siempre las primeras en acudir a los avisos, defienden estas centrales. También insisten en generalizar la distribución de Taser o armas que inmovilizan con descargas eléctricas, ya que reducen el uso de otras más “letales”.
Por otra parte, plantean la necesidad de hacer una “revisión de la munición” para “garantizar su eficacia y seguridad”. Cuando falleció por un pelotazo de goma en una carga de la Ertzaintza en la Semana Santa de 2012 el seguidor del Athletic Íñigo Cabacas, las posteriores revisiones del material antidisturbios reflejaron que había armamento en mal estado. Erne, Esan y Sipe piden también algunos instrumentos para poder prestar “asistencia médica inmediata”, como desfibriladores y botiquines, al igual que “reconsiderar” la retirada de mamparas en la recepción de comisarías y centros de denuncias, que dan más seguridad en el “contacto inicial”. Igualmente, demandan una “formación específica” ante un escenario de alerta terrorista, aunque la realidad es que el conjunto de España lleva en el nivel 4 de 5 desde hace años, sin que los últimos acontecimientos internacionales hayan implicado cambios concretos.
Eso sí, el CICTO (que es la mesa que sienta a todos los cuerpos para coordinar operativos antiterroristas y de crimen organizado) sí planteó reforzar algunos servicios, particularmente los relacionados con Israel o Palestina pero también con otros países pero también eventos o la propia autoprotección de las Policías. Bujanda ha hecho extensivas estas recomendaciones a todas las unidades de la Ertzaintza mediante una circular interna.