El Gobierno vasco presentará en los próximos meses un plan de cobertura de plazas en la Ertzaintza con el objetivo de que en 2027 el cuerpo policial alcance los 8.000 agentes, casi 600 más que en la actualidad. Los socios de coalición, PNV y PSE-EE, alcanzaron ayer un acuerdo con el PP en el Parlamento para que esa hoja de ruta del Departamento de Seguridad incluya un calendario concreto de convocatorias de Ofertas Públicas de Empleo (OPE) a lo largo de la presente legislatura y tenga en cuenta, además, las 1.256 jubilaciones que están previstas durante ese periodo.
La cifra de 8.000 efectivos, una reivindicación permanente de los sindicatos policiales, es la dotación máxima que los gobiernos vasco y central acordaron en su órgano bilateral de coordinación, la Junta de Seguridad, allá por 2004. Sin embargo, esa cifra sólo se ha alcanzado en una ocasión en estas dos décadas: fue a finales de 2011, durante el mandato del socialista Patxi López y con Rodolfo Ares como consejero de Interior. Desde entonces la plantilla ha sido siempre menor y, según los últimos datos revelados por el Departamento de Seguridad, el pasado 31 de agosto el número exacto se situaba en los 7.417 agentes, 583 por debajo del límite.
El actual consejero, Bingen Zupiria, ya anticipó hace semanas, durante la presentación de las líneas estratégicas, que su objetivo es llegar a ese listón máximo de 8.000 ertzainas para finales de esta legislatura, que terminará en 2028. Un plazo que ayer el parlamentario del PNV Jon Andoni Atutxa acotó a 2027. Lo hizo durante el debate de sendas iniciativas de PP y Vox, de las cuales se descartó la de la formación de extrema derecha y se llegó a un importante consenso partiendo de la base de la de los populares. Sin ningún voto en contra, sólo EH Bildu y Sumar se abstuvieron del acuerdo final.
PNV, PSE-EE y PP, firmantes de la enmienda transaccional, coincidieron en dar relevancia al pacto, que obliga al consejero Zupiria a presentar el plan ante la comisión de Seguridad del Parlamento vasco antes de finales de marzo. Quien más se felicitó del entendimiento fue su proponente original, la popular Ainhoa Domaica, quien reivindicaba la búsqueda de «puntos de acuerdo» para dar «soluciones a los problemas» de la ciudadanía. No en vano, la seguridad se ha colado entre las principales preocupaciones sociales y el PP está tratando de hacer bandera de ello. Eso sí, el PNV se esforzó por rebajar el alcance del logro vendido por los populares al recordar que el objetivo en sí ya estaba comprometido por Zupiria.
En cualquier caso hubo pacto. Y su fotografía, a la que se sumó Vox pese a sus críticas al PP por «aceptar un acuerdo de mínimos», sirvió a EH Bildu para acusar a PNV y PSE-EE de «comprar el marco de la derecha y la extrema derecha». Julen Arzuaga les emplazó a tener «cuidado» con su «agenda autoritaria» y desdeñó la cifra de los 8.000 agentes porque «parece un número mágico que resuelve todos los problemas». El jeltzale Atutxa le respondió cuestionándole si los alcaldes de la formación abertzale están «amortizando plazas» de sus policías locales: «Supongo que no, y no creo que compren ningún marco por tener sus plantillas completas».