Las obras consisten en la demolición de paredes, suelos, etc, y la reconstrucción de los mismos, cuya duración es de varios meses.
Los trabajos se han iniciado hace varios días, pero ha sido desde la semana pasada cuando han empezado a dar situaciones de riesgo para los trabajadores/as de la Ertzaintza, como son el ruido, las vibraciones o el polvo.
Estos trabajos se están llevando a cabo en las mismas dependencias donde los/as agentes de la Ertzaintza realizan sus tareas, atención de teléfono, radio, toma de denuncias, custodia del centro, y tareas administrativas, quedando expuestos tanto al ruido producido por los martillos mecánicos, como por las vibraciones producidas por los mismos, y las partículas en suspensión que se producen.
La solución pasa por aislar a los/as trabajadores/as de la Ertzaintza, o trasladarles a otro centro de trabajo mientras duran las obras