Egunon. Buenos días.

 

Presidente, Secretario General, miembros de ErNE, señoras y señores,

 

es un gran honor para mí haber sido invitada a este acto en este Congreso y quiero agradecer una vez más el cariño con el que soy recibida cada vez que visito el País Vasco.

 

Debo decir que, a nivel personal, hay pocas cosas que aprecio más que estar en compañía de personas cuyo valor en común es el espíritu de solidaridad por los hombres y mujeres policías.

 

Cada uno de nosotros en esta sala es capaz de alzar la voz por los derechos de los policías. Mientras algunos piensan que los policías simplemente deben hacer lo que se les dice, nosotros sabemos que protegiendo los derechos de los policías, también estamos protegiendo los derechos y las libertades fundamentales, y hacemos que nuestra sociedad sea más segura.

 

Como policías tenemos la responsabilidad de que las comunidades en las que también nosotros vivimos permanezcan seguras, para que las futuras generaciones puedan tener mejores oportunidades de las que nosotros hemos tenido. Y esto que digo no debe tomarse a la ligera, pues para muchos de nuestros compañeros esta responsabilidad se pagó con un alto precio.

 

No puedo dejar de mencionar el anuncio de la desaparición de ETA sin olvidar que a ETA la ha derrotado el coraje y la valentía de los policías, hombres y mujeres que no se doblegaron ante el miedo y la amenaza.

 

Pero el terrorismo no ha terminado, continua formando parte de la amenaza hacia nuestra forma de vida, hacia nuestras libertades. Los ciudadanos europeos deben estar agradecidos por contar con hombres y mujeres valientes y con coraje, capaces de correr hacia el peligro cuando el resto huye. Y esto, a pesar del miedo. Porque nosotros, a veces, también tenemos miedo, pero nuestra responsabilidad y compromiso con la sociedad es lo que nos mueve a arriesgar nuestras vidas.

 

Quiero recordar que los policías estamos señalados por el DAESH como objetivos de la yihad y que, además, en nuestro trabajo más rutinario, somos víctimas de agresiones, que generalmente quedan impunes.

 

Los policías merecemos más que palabras de reconocimiento a cambio de poner nuestras vidas en peligro para mantener a la sociedad segura. Merecemos unas condiciones laborales dignas y unos salarios acordes con el trabajo que realizamos. Un trabajo que no es como cualquier otro.

 

Somos policías y estamos orgullosos de llevar nuestros uniformes y esto es así en cualquier país de Europa. Podemos hablar lenguas diferentes, pero el espíritu de solidaridad entre nosotros traspasa fronteras. No sabemos qué nos deparará el futuro, pero debemos afrontarlo unidos para demostrar a Europa que los sindicatos policiales están unidos para continuar defendiendo sus derechos laborales y libertades fundamentales. Gracias a ErNE por su compromiso y por participar, y además muy activamente, en este proyecto europeo común.

 

Deseo muchos éxitos a la nueva Junta Rectora, pues sus éxitos significaran que nuestros compañeros ertzainas seguirán avanzando en sus derechos laborales.

 

Eskerrik asko.