Los agentes denuncian que la modificación propuesta por PSOE y Unidas Podemos les deja «desprotegidos»

La reforma de la ‘ley mordaza’ acordada por PSOE y Unidas Podemos ha causado indignación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. También en las filas de la Ertzaintza, cuyo sindicato mayoritario, ErNE, convocó ayer una concentración frente a la subdelegación del Gobierno en Bilbao para mostrar su rechazo a la modificación que, aseguran, les dejará «indefensos» y generará «el caos».

Representantes de numerosas organizaciones profesionales de policías municipales, de la Ertzaintza, Policía Nacional y Guardia Civil se reunieron en la protesta de la capital vizcaína. Todos criticaron que los partidos no los hayan consultado a la hora de formular este cambio normativo, que partió de una iniciativa del PNV.

«La reforma propuesta dificulta aún más nuestra labor», lamentó Ramón Cossío, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP). Uno de los puntos calientes de la reforma es la difusión de imágenes de las actuaciones policiales. Los policías abogan por que cada agente lleve una cámara y que esas imágenes se puedan usar para revisar sus actuaciones. En cambio, «si todo el mundo va a estar grabando nuestras intervenciones, vamos a estar más pendientes de eso que de otra cosa. Además, nuestra imagen estará expuesta a escarnio público», señaló Cossío.

Para ErNE, la modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana ahonda en la «desprotección» de las fuerzas de seguridad. Así lo indicó su secretario general Roberto Seijo, quien aseguró que «esta norma nos desprestigia, resta credibilidad a los atestados de la Ertzaintza y nos quita seguridad en nuestro trabajo diario». En esa misma línea se expresó Juan Carlos Sáenz, de SIPE, quien criticó la creciente inseguridad en las calles de Euskadi y señaló directamente al PNV: «Este Gobierno y este consejero son lo peor que le ha pasado a este cuerpo en mucho tiempo. Es incomprensible que, mientras crece la delincuencia, se mermen los instrumentos para atajarla», lanzó y criticó la propuesta de retirada de las pelotas de goma.

El PP en la concentración

La futura ley, que previsiblemente estará redactada para final de año, permite la convocatoria de movilizaciones sin comunicación previa. Ese cambio «complicará los operativos y pondrá en riesgo la seguridad ciudadana», critica Seijo. También se reducirá de seis a dos horas el límite de detención para ciudadanos que no se hayan querido identificar ante la autoridad. Otro obstáculo para las fuerzas de seguridad. Además, una vez identificada, los agentes deberán trasladar a la persona en cuestión al lugar en el que haya sido detenido. «Todas son líneas rojas que la reforma rebasa de forma flagrante. Sin un marco legal adecuado, la salvaguarda de derechos y libertades se verá gravemente mermada», destacaron las fuerzas de seguridad en un comunicado conjunto.

Los populares vascos se sumaron al rechazo de la reforma que, según criticaron, «solo beneficia a los delincuentes». El presidente del PP en Euskadi, Carlos Iturgaiz, lamentó «profundamente» que el cambio normativo cuente con el respaldo del PNV, ya que «desprotege a la Policía y deja a la ciudadanía sin libertad».

La formación conservadora aseguró que los datos de inseguridad ciudadana «siguen subiendo» en el País Vasco y que esta reforma «deja abandonadas a las Fuerzas de Seguridad del Estado». Especialmente a los bilbaínos y vizcaínos, «que más estamos sufriendo la delincuencia», criticó la presidenta del PP en Bizkaia, Raquel González.