Seguridad saca un curso para paliar el déficit de agentes con esta especialidad, pero solo se han presentado 190 para cubrir 326 puesto
La Ertzaintza necesita nuevos investigadores. Los pocos que hay en las comisarías no dan abasto. «El trabajo que antes sacaban entre catorce, ahora les toca hacerlo a siete», pone como ejemplo un portavoz del sindicato ErNE, que lo atribuye al «fracasado» modelo de investigación impuesto por el exdirector de la Policía autonómica Gervasio Gabirondo. Los agentes de Atestados, como también se les conoce, sufren una «enorme» carga de trabajo. Se encargan de completar las diligencias de los robos con violencia y otros delitos al alza. Los casos más complejos y sin autor conocido, como los homicidios, suelen recaer en los servicios centrales.
Se han dado hasta ‘espantadas’ de especialistas con dilatada experiencia, como en la ertzainetxea de Bilbao, donde un 65% de la plantilla solicitó marcharse a otros destinos en el último despliegue. La apertura del centro de detención en la ciudad, que agrupa los arrestos de una docena de municipios, ha sido una de las causas del éxodo. Como posible solución, los sindicatos han propuesto a la dirección del Cuerpo que acelere las convocatorias internas, que en algunos casos llevan años sin celebrarse.
Con la finalidad de paliar el déficit de ertzainas en esta especialidad policial, el Departamento de Seguridad ha sacado un curso de investigación con 326 plazas, 270 para agentes y 56 para agentes primeros. Dura un mes y medio y podría desarrollarse en varias tandas. Pero ha saltado la sorpresa: solo presentaron solicitud 244 uniformados y 18 cabos; en total, 262. Por diversos motivos, diez policías quedaron excluidos antes de empezar.
Responsabilidad
El examen de acceso, pensado para filtrar a los aspirantes, que habitualmente suelen sobrepasar con mucho el número de plazas ofertadas, se celebró el pasado martes. Finalmente, solo acudieron 190 de los solicitantes. Y, de ellos, cabe la posibilidad de que alguno suspenda la prueba. En todo caso, más de un 40% de las plazas ofertadas quedarán vacantes.
¿Cuál es el motivo? Según los medios sindicales consultados por este periódico, son varios. Por un lado, la «permanencia». En la actualidad, cuando sale un curso de especialidad, quienes lo superan se comprometen a «ocho años de vinculación». Esto es, en ese período no pueden cambiar de destino. Esta fórmula se aplica para evitar que cada año se produzca una fuga de unos puestos a otros.
Otra de las razones reside en que la especialidad solo supone un suplemento de «60 o 70 euros» en el sueldo. Muy poco, entienden, cuando «imputar a una persona es una importante responsabilidad», que en caso de error puede acarrear serias consecuencias al policía. «Así que a la mayoría les resulta más cómodo quedarse en Protección Ciudadana», añaden las mismas fuentes. «No lo hacen atractivo; tendrían que darle una vuelta y repensarlo», reprochan desde ErNE.
En próximas fechas está previsto que se convoque un curso de Seguridad Vial, en el que podría ocurrir lo mismo. «Solo tiene algo de tirón el de Brigada Móvil, porque te aseguras quedarte en Iurreta», donde tiene su base la unidad antidisturbios. Otra de las causas de que haya tantas vacantes tiene que ver con la posibilidad de que quien supere el curso sea trasladado a otro territorio, uno de los grandes caballos de batalla de los ertzainas. Como la mayoría son vizcaínos, a las últimas promociones les suelen tocar comisarías de Gipuzkoa, lo que conlleva madrugones y horas de carretera diarias.