«Un cargo del Departamento de Seguridad dijo hace tiempo de ErNE que no éramos más que una cuadrilla de amigos. Y hoy, muchos años después, vamos a tener que darle la razón». Roberto Seijo, secretario general del sindicato mayoritario de la Ertzaintza en las últimas cinco elecciones, se despidió ayer en un emotivo acto al final del XI Congreso de la central, celebrado los dos últimos días en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
Rodeado de familia, afiliados, compañeros y amigos, Seijo, que ha liderado la central en los últimos 16 años, recordó que «esa cuadrilla de amigos se creó en 1984, con gente de la segunda y tercera promoción de la Ertzaintza». El entonces consejero de Interior, Luis María Retolaza, expulsó a los miembros de la junta rectora de la Ertzaintza, aunque los tribunales obligaron dos años después a readmitirles. «No ha sido un trayecto fácil ni exento de problemas», reconoció el líder sindical, quien reprochó las «constantes cacicadas del Departamento» en estos años.
En su discurso de despedida, Seijo no pudo obviar la «gran lacra del terrorismo. Nos percatamos del peligro que realmente sufríamos cuando llegó una carta a la sede del sindicato, que entonces estaba en la calle Irala, firmada por ETA en la que nos venía a decir ‘o conmigo o contra mi’». «Y nos sentimos muy orgullosos de no haber dado nunca un paso atrás».
«Respeto y solidaridad»
Por contra, el alma mater de ErNE admitió que en muchos momentos ha tenido la sensación de que «alguna clase política vivía mejor de manejar el conflicto que de buscar soluciones». Mostró su «respeto y solidaridad» a las víctimas del terrorismo y quiso recordar a los compañeros asesinados y caídos en actos de servicio, tanto de la Ertzaintza como de otras fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, cuyos nombres fueron reproducidos en una pantalla grande.
El acto se convirtió en un homenaje a Seijo. «Por su fuerza y vitalidad, su elección fue el mayor acierto en el momento más difícil», dijo el maestro de ceremonias, Txutxi Uribe. Su sustituto, Sergio Gómez de Segura, pidió «paciencia porque tengo el listón muy alto» y prometió «compromiso y honestidad» para «seguir trabajando en la defensa de los policías».
El primero en intervenir fue el expresidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, amigo personal de Seijo, que agradeció su «constante colaboración con la judicatura, especialmente en los años de plomo, cuando la violencia de persecución imponía el miedo y el silencio».
Representantes del SUP de la Policía Nacional, AUGC de la Guardia Civil, SPC de los Mossos, SPF de la Policía Foral Navarra y del SVPE de las policías locales de Euskadi le presentaron como un «referente» y un «guía». Al cierre del congreso también asistió la actual directora de la Ertzaintza, Victoria Landa, y la viceconsejera de Administración y Servicios del Departamento de Seguridad, Miren Goitia, además del presidente del TSJPV, Iñaki Subijana, y el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte.