Un ertzaina ha resultado herido de gravedad esta mañana de miércoles en Vitoria tras ser atacado por un joven desarraigado cuando procedían a identificarle. Según ha sabido este periódico, el agresor se ha valido de una botella rota para clavársela en un antebrazo y «segarle una arteria».
Los hechos se han producido en la calle Barrancal, junto al centro cívico Aldabe, una zona «muy deteriorada» según vecinos y comerciantes de la zona y corroborado por agentes de la Ertzaintza y la Policía Local. «Casi a diario tenemos algún lío», destacan.
Esta mañana, una patrulla ha detectado a un «conocido» de la comisaría de Portal de Foronda. Se trata de un «reincidente». Cuando han procedido a intentar identificarle, éste supuestamente ha sacado una botella, la ha roto y se la ha clavado en el antebrazo a uno de los uniformado. El ataque ha sido tan virulento que el ertzaina ha comenzado a sangrar profusamente.
El atacante ha huido mientras que el agente ha tenido que ser evacuado de urgencia a un hospital. A partir de ese momento, numerosas dotaciones han buscado al agresor. Al dispositivo se ha unido el PRI, una unidad especializada en delitos violentos.
Según ha sabido este periódico, el joven ha sido localizado y detenido poco antes de las 12.30 horas. Tras pasar por comisaría será puesto a disposición del juzgado de guardia, Instrucción número 3 de Vitoria.
ErNE, el sindicato mayoritario en la Policía autonómica, ha sido el primero en condenar esta nueva agresión a un agente. «La persona responsable del ataque tenía múltiples causas pendientes, lo que pone de manifiesto un problema recurrente en nuestra sociedad: la incapacidad de actuar eficazmente sobre individuos con antecedentes judiciales. Este incidente no solo pone en peligro la vida de nuestros agentes, sino que también resalta la necesidad urgente de revisar y mejorar nuestros sistemas legales y judiciales».
En un comunicado, esta central insta a «los legisladores, jueces y políticos a tomar medidas inmediatas para solucionar este problema. Es imperativo que se implementen políticas y procedimientos que permitan actuar de manera más efectiva y preventiva sobre aquellos individuos que representan un peligro para la sociedad y para nosotros, los servidores públicos que trabajan para proteger a la ciudadanía de Euskadi».