Escoger Pfizer o AstraZeneca para la segunda dosis. O lo que es lo mismo: acabar cuanto antes con el proceso de inmunización o esperar aún más a ser citado. Y sin saber cuándo. Completar la pauta vacunal de los 83.000 vascos de colectivos de profesiones esenciales que recibieron el primer pinchazo del suero de Oxford está suponiendo un quebradero de cabeza. El anuncio por parte de Osakidetza de una lista de espera sin garantía de fecha para los menores de 60 años que se decanten por no mezclar fármacos de diferentes marcas ha causado un gran malestar en ertzainas, que exigen conocer la cita para la administración de la última inyección si eligen seguir con el medicamento de la farmacéutica británica.
El enfado es tan monumental que ErNE, el sindicato mayoritario en la Ertzaintza, pedirá ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) mantener la fecha asignada para la administración del segundo pinchazo de AstraZeneca.
Para ello, solicitará a los tribunales que dicten medidas cautelarísimas para obligar al Gobierno vasco a inocular esta profilaxis en la cita ya establecida a los agentes que lo pidan y siempre que haya existencias. Ayer, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, no garantizó que se cumpla la pauta de 12 semanas a las personas que opten por esta vacuna. «Es una manera de forzar a la gente a que elija Pfizer. La opción de AstraZeneca tiene que ir con garantías. No se puede tratar así a los funcionarios», señaló Roberto Seijo, secretario general de ErNE.
La vacunación de los 6.400 agentes de la Policía autonómica pendientes de la segunda dosis comenzará mañana, pero el servicio de prevención de salud laboral ya les ha comunicado que se empleará Pfizer. Lo mismo ocurre con los municipales, que en Bilbao empezarán a recibirla el viernes. La organización sindical, sin embargo, reclama el compuesto de Oxford «porque según todos los informes, incluidos los de la EMA y la OMS, lo más conveniente era recibir la segunda dosis de la misma marca que la primera».
«Caótico»
Seijo vincula esta decisión a «la escasez de vacunas de AstraZeneca». «Se corre el riesgo de que haya gente que se quede sin vacunar», advirtió. «Si no quieren poner AstraZeneca para guardarlas para la población de 60 a 69 años que lo digan claro», agregó.
El máximo responsable de ErNE tildó de «caótico» el proceso de vacunación.