Ante el caos existente en la Ertzaintza y que cada día se va agrandando más y más, los sindicatos ERNE y ESAN queremos seguir denunciando la grave situación en la que se encuentra la Ertzaintza.
La falta de plantilla (estamos 7300 ertzainas en vez de 8000) y la desafortunada e ineficaz gestión de la misma que está realizando este Departamento de Seguridad, está generando unas graves disfunciones en las labores policiales que realizamos diariamente que repercute negativamente en la eficacia de la labor policial
Los servicios de Investigación de Guardia, están destrozados, motivado por el plan de Investigación que puso en marcha el Director de la Ertzaintza que ha sido un auténtico fracaso y del que el Departamento de Seguridad no se quiere desdecir aunque todo el mundo sabe que es un desastre total.
Las patrullas de Seguridad Ciudadana también están en mínimos históricos, por lo que no podemos dar un servicio a los ciudadanos vascos acorde a las necesidades reales. Nos estamos convirtiendo en una policía alejada del pueblo.
Esta grave situación de falta de plantilla, se produce absolutamente en todos los destinos y centros policiales, lo que está ocasionado continuos llamamientos en días de libre provocando un hartazgo en la mayoría de la plantilla.
La falta de formación, de medidas de seguridad, de unas condiciones laborales dignas que se vean reflejadas en un nuevo acuerdo regulador (convenio), implantación de la Carrera Profesional firmada en 2011, recuperación de derechos, etc., está llevando a todos los ertzainas a mantener unas cotas de desilusión y apatía que no se habían alcanzado nunca.
FRACASO EN EL MODELO POLICIAL VASCO
Tras años de movilizaciones continuas para recuperar nuestros derechos, ErNE y ESAN, han mantenido aparcadas sus movilizaciones un espacio de tiempo suficiente, en aras de que el Departamento de Seguridad diese algunos pasos que corrigieran el rumbo.
Transcurrido este tiempo, nuestras conclusiones no pueden ser mas nefastas. El fracaso absoluto DEL MODELO POLICIAL que este Departamento de Seguridad quiere imponer en toda la Policía Vasca y por ende también en laErtzaintza es patente y parece ser que no hay intención de cambiarlo.
Fracaso en primer lugar en la planificación de la plantilla, diseñada con 8000 ertzainas para cubrir las necesidades de seguridad pública en Euskadi y en la que ahora mismo hay menos de 7400 ertzainas en activo. Este enorme déficit de más de 600 ertzainas se centra básicamente en las Unidades de Protección Ciudadana e Investigación de Guardia, que son los que atienden al ciudadano y son la primera línea de prevención del delito. Esta carencia además provoca continuos llamamientos a reforzar en día libre, negando el descanso que legítimamente merece cualquier trabajador, incluido el de la Ertzaintza.
Fracaso en el diseño del área de Investigación, asfixiado por dosis ingentes de trabajo improductivo, inmovilizado por pautas de control de la calidad inútiles, dejando a un lado la labor de atención directa al ciudadano y de la investigación del delito. El único resultado palpable es el alto nivel de ertzainas que se encuentran de Incapacidad Temporal o Baja, con cuadros de ansiedad debidos a las altas cargas de trabajo, en el abandono en desbandada de estos agentes de investigación de guardia hacia otras secciones .
Fracaso en el desafío principal que tiene cualquier policía que debe de ser las disminución de las tasas del delito. El aumento en los delitos que el ciudadano percibe como más importantes, como son los robos en domicilio, las estafas y sobre todo las agresiones sexuales (que se incrementan de forma escandalosa), deja a las claras que el modelo que se está imponiendo en la Ertzaintza por parte de los responsables actuales, es un fracaso total y absoluto.
Fracaso en la gestión de las policías locales, parte fundamental de la Policía Vasca, con plantillas bajo mínimos y con muy poca formación y con un Departamento que improvisa soluciones surrealistas como la de incorporar a las plantillas de las policías locales a personas que han suspendido las pruebas de acceso, algo incomprensible y con ciertas dosis de ilegalidad.
Fracaso en la relación con los propios trabajadores y sus representantes, impidiendo un diálogo fluido y eficaz que redunde en el bien de todos, trabajadores y Departamento, imponiendo siempre sus criterios auspiciados por personajes que no dan el mínimo nivel exigido ni conocen la realidad de la Policía Vasca ya que parece que viven dentro de una burbuja sin tener ni idea de la realidad del día a día, anulando de forma unilateral acuerdos alcanzados entre los sindicatos y la propia administración, anteriores al Gobierno actual como es el caso de la Carrera Profesional acordado y firmado en agosto de 2011. Nos están obligando a los sindicatos a tener que judicializar todas sus decisiones y actuaciones como única forma de defensa de nuestros derechos como trabajadores, provocando en la mayoría de los casos, lentitud, parálisis e injusticia.
Todos estos fracasos conllevan a que la Seguridad Pública de Euskadi de la que nos ocupamos los ertzainas y las policías locales, esté en entredicho por no ser lo eficaz que debiera de ser.
Para ErNE y ESAN, sería una gran irresponsabilidad extremadamente grave no intentar revertir esta situación que afecta tanto a la ciudadanía vasca como a los propios trabajadores de la Ertzaintza y por este motivo hemos decidido terminar, este plazo que nos concedimos en espera de que existiera una buena voluntad por parte de este Gobierno para intentar solucionar y mejorar los graves problemas existentes.
Al no existir la más mínima intención de negociar y de mejorar estas graves deficiencias, hemos decidido tanto ErNE como ESAN retomar las movilizaciones con presencia diaria en las calles denunciando la grave situación del orden público en Euskadi así como los graves problemas laborales de los trabajadores de la Ertzaintza.
No podemos permitir que el caos total y absoluto existente en toda la Ertzaintza, se mantenga como una situación inamovible y que se mantenga perenne en la idiosincracia de la Policía Vasca, tanto en la Ertzaintza como en las Policías Locales. Nuestra obligación como representantes de la mayoría de los trabajadores (más del 70% de la plantilla) es intentar buscar soluciones tanto en el ámbito de la negociación como en el de la presión en las calles y centros de trabajo, para convertir la Ertzaintza de nuevo en la institución que ha sido y debe de ser, la mejor valorada por parte de la mayoría de los ciudadanos vascos.